Hace más de 60 años que mis abuelos José y Sebastián dejaron sus pueblos natales para comenzar una aventura en un nuevo pueblo de colonización: Valmuel. Nunca hubieran imaginado que un manto de agua cubriría semillas de arroz en las tierras áridas que entonces compraron. Y ni mucho menos que sus nietos llegarían a comercializar tan preciado manjar.

Desde entonces, tres generaciones han dejado su sudor en el corazón del Bajo Aragón arrancando día a día los secretos de la tierra. Tres generaciones que han explorado sus posibilidades con amor, pero también con un inconformismo que les ha llevado a ir siempre un paso más allá. Gracias a estos valores nace el primer arroz bomba de la provincia de Teruel.

Fue la curiosidad y la experiencia por las tierras del Delta del Ebro de mi padre Antonio Alquézar, hijo de Sebastián, la que le animó a introducir diferentes variedades de semilla en su tierra natal. En el horizonte se adivinaba la búsqueda de un fruto que pudiera competir en calidad con cualquier arroz del mundo.

Hoy en día, mi hermano Jose Antonio y yo, somos los encargados de salvaguardar y compartir con el mundo el legado de nuestra familia. Un arroz al que hemos bautizado como Prados del Colono en tributo al esfuerzo de nuestros abuelos.

Teresa Alquezar