Labrando, oxigenamos y descompactamos la tierra. La nivelación nos permite una mejor gestión de los recursos hídricos. Con esta fase conseguimos nivelar superficies y así optimizamos la cantidad de agua en el siguiente proceso. Estos trabajos, que comienzan a finales del invierno, representan las primeras fases del cultivo Prados del Colono.

Cubrimos la superficie con una mínima lámina de agua unos días antes de comenzar con la siembra. Para ayudarnos en esta tarea, el grano se avienta con una abonadora. De esta forma nos aseguramos que las semillas queden repartidas uniformemente por toda la superficie. La época en la que sembramos es a finales de abril o principios de mayo.

A la planta le salen “hijos” en el proceso de ahijado, donde veremos que salen brotes verdes asomando por la lámina del agua hacia el mes de junio. Después se forma la caña, dando lugar al encañado, que es donde está la espiga. En ella es donde se terminará de formar el grano. Esta fase es fácil de reconocer, pues vemos los campos de un color verde vivo. La maduración de la espiga nos anuncia que los granos de arroz estan listos cuando la propia espiga pasa de verde vivo a un amarillo ocre.

Un mes más tarde que el resto de zonas arroceras por la altitud del terreno, en el mes de octubre, la espiga ya está perfecta para su recolección. Se lleva a cabo utilizando una cosechadora adaptada para terrenos fangosos, con un sistema de tracción que le permite entrar en esas tierras. El último proceso será el secano natural del grano de arroz antes de su pelado y embasado.